Es una de las dicotomías que más se han repetido a lo largo de la historia de la humanidad. Esencia o existencia, huevo o gallina, jin o jan. Que la realidad puede tornar hacia un lado u otro dependiendo del cristal emocional que tengas frente a tus ojos es una obviedad pero, ¿cómo colocar el cristal adecuado?...
La personalidad de las redes, los influencers e incluso el usuario de a pie muestran al mundo 2.0 'lo alegre' de sus existencias, incluso si nuestra capacidad de sentirnos felices hace aguas... ¿es realmente verdad ésa felicidad que compartimos cada día?
Hace pocas semanas descubrí la que para mí es la solución a esa explosión de sonrisas y positivismo (sincera o fingida) que nos encontramos a diario en el mundo virtual... Todo depende, una vez más, de la capacidad del vaso, no de su tamaño... Si llueve podemos hacer que no importe demasiado, o que incluso nos guste.
1. Parece que todos queremos tener un vaso muy amplio. Millones de amigos, conocidos, desconocidos y experiencias que nos dibujan frente al mundo como un ser extremadamente activo, cuya 'activa vida' está repleta de 'activísimas' y felices experiencias. Gran error cuando la capacidad prima sobre el tamaño. Un vaso de 30 cl puede estar más lleno que una botella de dos litros... Aprendí que el concepto de lleno es muy subjetivo.
2. Otro de los aspectos que determinan nuestra alegría se basa en el horizonte del futuro. Miramos hacia adelante queriendo de una manera rápida, un éxito express, una solución inmediata o vislumbrar el fin de nuestro camino (si puede ser siempre positivo). El fin no siempre se encuentra en el borde del vaso, no sabemos la sed que tenemos hasta que no nos ponemos a beber. ¿No es más importante con quién compartimos esa visión del horizonte independientemente del éxito, la solución y el fin?... Un vino no es mejor por ser más caro pero lo más importante del caldo, como decía Carlos Tinajero, es la compañía con quién lo bebas.
3. Durante mucho tiempo anduve lamentándome sobre la lejanía de mis seres queridos... Cualquier exposición que realizara al respecto me llevaba a la conclusión fatídica de la tristeza por la distancia. El poder de los momentos por muy breves que éstos sean siempre sobrepasa el binomio de espacio y tiempo. Si nos apetece una cerveza, un simple trago de una caña será mucho más placentero que si nos terminamos una botella entera de té helado. ¿Quién ha dicho que tuviéramos sed? Y es que a veces el 'quid' tiene más que ver con el sabor.
4. Hacer cosas interesantes y mostrarlas al público para proyectar nuestra idea imaginaria, después de un mal día, es otra de las tendencias TT. Está muy bien reconducir el día con un planazo que demuestre al mundo virtual que nada de lo anterior ha pasado. ¿Y si nuestro feliz colofón nos produce agujetas y dolor corporal hasta en las pestañas? El vaso siempre estará lleno... en esta ocasión de agua y azúcar para solventar los calambres, pero sobre todo, la necesidad de beberlo centra nuestra atención en lo realmente importante (que no tiene nada que ver con lo malo que fue aquel día)
5. Conocí a una familia que, a pesar de vivir en el mismo pueblo, llegaron a estar sin verse más de dos meses... por si esto fuera poco, el encontronazo se produjo en la cola de la carnicería de un supermercado, nunca tuvo cariz de visita. Acortamos distancias para todo y eso nos permite estar cerca SIEMPRE QUE QUERAMOS. Sólo si existe distancia, desarrollamos la inteligencia para reducirla.
6. Otro de los elementos del que parecemos huir en la feliz vida 2.0 es de la soledad. Esa palabra que combina a partes iguales belleza extrema (como diría Vendavalls) y terror infinito. El poder de la soledad elegida ha provocado a lo largo de la historia explosiones de belleza interior que se han materializado en arte, poesía y cercanía con el mundo de ahí fuera. Sólo veré como amable la vida que me rodea si lo soy conmigo mismo en mi soledad.
7. Dibujamos de naif el mundo de tiburones que hemos generado. La publicidad, el cine, la televisión etc... se llenan de mensajes que tienen que ver con el interior, la pausa... Otra gran representación-falacia del mundo competitivo y cruel que a veces nos rodea. Sin embargo existen bellos oasis como en todo desierto seco y sin vida en el que nos encontremos. En lo laboral existe esa verdad del 'gran potencial de apoyarse en la base del vaso' (agarrarlo de arriba hace crecer la posibilidad de que se escurra). Igual que podría haber vida en otros planetas, existe algo llamado refuerzo positivo que a veces funciona. Si a veces funciona, ¿por qué no disparar siempre en esa línea aunque a veces no funcione?
8. Nos acercamos a la posibilidad de que el vaso siempre esté lleno, y entonces, ¿de qué lo llenamos? Ésa en mi opinión es la gran pregunta. En ese punto en concreto, me viene a la cabeza la historia de 'El bote con las pelotas de golf y las prioridades en la vida'. No todo en la vida es prioritario. Mi padre siempre decía que ... en una casa no todo es pilar ni muro de carga, pero eso siempre es lo más importante. En lo moral no siempre se puede ser pilar pero hay que tender a serlo. Aprendí así a determinar la importancia de lo que es pilar fundamental, pelota de golf o punto esencial en mi 'bote de vida' que (por supuesto) SIEMPRE ESTÁ LLENO.
9. De nuevo, en la felicidad virtual de la realidad 2.0, encontré una fotografía de motivación que dio la solución a la dicotomía eterna. La ciencia demuestra que el vaso siempre está lleno y que la satisfacción o insatisfacción por el contenido de nuestro particular recipiente se basa en saber de qué está lleno. Te presto mi vestido que, en esta ocasión, está lleno... de transparencias ;).
Dedicado a mis fuentes de inspiración que eligen mirar hacia adentro y salirse de los establecido a pesar de saber que es el camino menos fácil.
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