Powered By Blogger

martes, 13 de diciembre de 2011

No soy trendy...G.A.D…


No lo seré nunca si eso significa ir “hecho un cuadro”. He salido a dar un paseo. Antes de empezar con mi horario de clases necesito dar una vuelta andando de vez en cuando. Suelo inspirarme y desengrasar los momentos de vértigo en los que “no aparece nada de curro”...


Cada día elijo un lugar. Madrid ofrece miles de posibilidades , en todos sitios hay gente absolutamente variopinta. La moda inunda cada sitio por el que nos movemos. Gran vía, Calle Fuencarral, Barrio Salamanca, Vicálvaro, la “milla de oro” pero … ¿qué me dicen de la Latina? En cada lugar por dónde paseo, las veo a todas, mujeres que salen a la calle  con su particular outfit, con su estilo y la verdad hay de todo…
Dependiendo del lugar por dónde uno pasee existen diferentes perfiles estilísticos. Es como si existiera un factor geográfico dentro de la propia ciudad que determina la forma de vestir de sus mujeres. 

Dependiendo del barrio en el que tomemos un café, podemos encontrar desde aquellas que usan botas blancas de polipiel, y en cinco minutos en los que cambiamos de lugar encontramos a niñitas con abrigos que pueden costar 500 euros o más.  Recuerdo el capítulo de Sexo en Nueva York en el que Carrie salía con un escritor pedante y ella metía la pata criticando su última novela debido a que su protagonista usaba coletero “Ninguna mujer neoyorquina usa coletero por favor!!!” bueno, y ¿qué pasa si lo uso?

Por cada sitio por dónde voy, me inunda la ternura. Todas las mujeres, o la gran mayoría nos fijamos en nuestro aspecto, cuidamos lo que nos ponemos. ¿Acaso no es eso estar de moda? NO todas ellas serían las protagonistas de esos blogs de moda, no serán nunca las reinas de ningún decálogo de estilo pero … ¿y qué más da? Algunas veces mejor no serlo. Lo que es considerado por los  sabios, como ser estilosa, esta empezando a dar vergüenza, sinceramente.


Hablaba antes de la Latina. Ese lugar de moda, sitio de encuentro para gafipastis, semipensandores y pseudoculturetas que además de manejar una indecente cantidad de dinero tras ropas que parecen vintage, muestran con su manera de vestir que son de estilo outsider.
Lo más curioso es que ellos/as sienten que son exclusivos, que van divinos… y, sinceramente en ocasiones, buscando ser “diferentes e innovadores” consiguen el conocido en la profesión periodística como EFECTO PERSVERSO.  Ninguno es exclusivo, todos son iguales, han pasado a formar parte de una semitribu-urbana en la que reinan la mezcla de la lana con la seda, los bolsos de plástico al más puro estilo Mad Men, medias tupidas con colorines, zapatos de segundamano que notas  que lo son por los dobleces que dicen que pertenecieron a otro pie, flequillos imposibles y cómo no LAS-GA-FAS-DE-PAS-TA.


Este estilo inunda las primeras páginas de muchos blogs y con estos looks se acompañan diferentes actitudes. Las caras de las personas que los llevan  emanan autosuficiencia. Tomando un café en el conocido viajero y mirando a mi alrededor tanto estilo elevado me pregunto, ¿Somos lo que vestimos? ¿Qué es primero ser diferente y después vestir diferente o al revés?





Mi conclusión es que lo que marca tendencia nos convierte en masa, lo que buscamos para diferenciar nos convierte en "iguales al resto".  Eso que convierte a la moda en un elemento psico-sociológico en el que buscamos ese tremendo binomio que, según Simmel, une los conceptos de universal / particular, igualdad / diferenciación, cohesión / separación  (como estudio en mi master de comunicación de moda), acaba jugándonos malas pasadas. Lo que realmente logramos es que ya no somos diferentes aunque nos lo pongamos todo encima. Probablemente no se está a la moda siendo así, o sí, pero ya no somos diferentes, ni outsider, ni especiales...
Creo que, como todos los mundos, el de la moda es engañoso… Seguimos en ocasiones sus tendencias y nos engañamos, dejamos de comprar lo que nos gusta para llevar lo que se lleva.


Hay mujeres verdaderamente encantadoras, elegantes, divinas que se ponen botas blancas y coleteros. También hay auténticos “cuadros con patas” que se creen TRENDY.  Es hora de quitarse  los complejos, de mirar los escaparates y elegir lo que más se adapte a nosotros y no dejar que nosotros mismos perdamos parte de nuestra esencia por llevar LO QUE DICEN QUE ES TRENDY. 
Mirando a mi alrededor y escuchando a los gurus del street style no puedo dejar de preguntarme ¿Acaso que ellos tengan la potestad de calificar de "choni" lo que no les parece estiloso nos impide al resto de los mortales el poder de opinar sobre su "high style"?
Y es que yo creo humildemente que ponernos un vestido babydoll que nos queda como el culo (perdón) sólo porque es “lo que se lleva” no tiene porque ser la forma de acertar. ¡¡Cuidado!! mega-TRENDY es a veces extra-CHUNGUI… 


VER CAJAS DE MÚSICA... BRUNO MARS, NOTHING ON YOU...


Look 1: Pantalón campana Zara año 2004/ sudadera verde H&M año 2006/ Jersey punto H&M temporada 2009/ botas caña alta El Corte Inglés 2005/ Colgante El colibrí de Jade (ver www.elcolibrídejade.com)
Look 2: Falda Lefties otoño invierno 2011-12/ botas Mulaya 2010/ guantes vintage/Jersey Zara año 2008/ bufanda DayaDay/ bolso de piel Argentina Silvia C Paredes/ Gafas aviador Ray Ban...Cazadora piel Gestuz (comprada en Began Castro Urdiales)