Powered By Blogger

sábado, 24 de septiembre de 2011

CARTA A MI(S) COMPAÑER@(S)



Me dijeron que... disfrutara el momento de la última noche, que no dejara que las lágrimas me impidieran mirarte a los ojos cuando te dijera adios!!! y así lo hice, y fue bueno...








Me acordé de cada momento contigo. De aquel tan malo, de aquel tan bueno... y te dije adiós con una sonrisa en la cara porque solo me acordaba de lo bonito. Te abracé grabando ese momento en mi memoria, duró segundos pero "di al rec"  y ahora siempre estará guardado en mi archivo, tu olor, tu risa, tu "cuídate siempre"... SIEMPRE.

Mi memoria fue hacia atrás en ese preciso segundo en el que nos despedíamos y traje de nuevo a mi cabeza, tu buen consejo, tu dura reprimenda, tu dulce beso, tu hombro en el que lloré, tu confianza en la que deposité mis secretos. Y justo en ese momento, en el momento en el que iba a llorar, lo contuve, y disfrute de tí. Y TE SONREÍ.

Volví a acordarme de esas tardes de duro trabajo, del nervio del directo, de la angustia de la cuenta atrás, de la satisfacción del trabajo bien hecho, de la potencia del esfuerzo en equipo pero... PERO...

Pero terminó aquel día de adrenalina, terminaron los abrazos y los besos, terminaron las sonrisas del "disfrutar del último momento" terminó la última noche, y llegó el día siguiente... terminó lo nuestro compañer@. No terminó para siempre, pero si de aquella manera, de esa que no se volvería a repetir: Y lloré. Y fue dulce. Y fue bueno. FUE MUY BUENO.

Me arrepentí de cada día que fui a verte sin ganas porque creí que estarías para siempre, me arrepentí del tiempo perdido creyendo que no eras bueno para mí, me arrepentí de cada  segundo que no hice por conocerte más, me arrepentí de cada instante en el que pensé que no eras tan especial como realmente descubrí luego que eras. Y justo después me alegré de haberme dado cuenta a tiempo, de haberte dado el sitio que te correspondía, de haberte sonreído casi todo el rato, me alegré de esas charlas sobre la vida, de esos consejos que me diste, que te dí.

Mientras las lágrimas caían por mi cara, me di cuenta de que a pesar de los errores cometidos, lo hice lo mejor que pude, y recibí mucho más de lo que daba. Que cuatro años no son nada, pero que éstos han sido mucho... que la vida pasa volando pero las experiencias son eternas, que se cierra una puerta y se abre una ventana.. pero, en la habitación de  la puerta que se ha cerrado, se quedan muchos sentimientos increíbles que no se van a borrar aunque yo traspase la nueva ventana. 
Y entonces me di cuenta que llorar es bueno, que hice bien en disfrutar del momento, en reírme a la hora de decir adiós y que llorar al amanecer hizo limpiar lo feo que pudo quedar, eso de lo que ya ni me acuerdo.

GRACIAS COMPAÑER@, por darme una y miles de oportunidades, por contenerte una mala palabra, y por dejar que fluyeran las buenas, por la paciencia a la hora de trabajar conmigo, por los abrazos cuando estuve triste, por recordarme que "yo podía",  pero sobre todo por llorar también nuestra despedida, y por demostrarme que te importaba, por hacerme sentir importante.

Que curioso... de lo nuestro... sólo me acuerdo de lo bueno... lo malo ya no existe... se borró. 
Y no te creas que estas palabras son tristes, que me quedé anclada... me despido mirando hacia adelante, contenta sabiendo que lo que hemos vivido es lo que, mañana cuando nos volvamos a encontrar, hará que se nos escape una sonrisa, que nos volvamos a abrazar y que demostremos que segundas, terceras, cuartas e infinitas partes... siempre fueron buenas. SERAN MUY BUENAS.
Este mensaje está escrito en singular porque es sólo para tí (todos vosotros), compañer@(S) y amig@(S)... y está dedicado a nuestra historia, la nuestra... por eso lloro, porque no pudo ser más bueno, porque no pudo ser más verdad, porque sé que nos volveremos a ver... porque 

ESTE MUNDO ES TAN PEQUEÑO y NOSOTROS SOMOS TAN GRANDES que va a ser muy fácil que nos volvamos a encontrar...

:-)




TINAJERO